27/3/10


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19/3/10

Mofletes colorados

X era un chico como otro cualquiera. Cada martes y viernes se ponía su chandal, y los días de semana vestía que daba gusto, dejando su lindo cuello a la vista (sobretodo a la de Daniela). Cada mañana, nada más levantarse, cogía su peine y se peinaba una pequeña cresta rubia. Odiaba las matemáticas, aunque era muy listo. Sí, era muy listo, aunque últimamente estaba un poco desquiciado. Alguien le observaba ¡Qué va! ni que fuera un artista de cine. Él, no quería ser artista de cine, sino cardiólogo, un cardiólogo prestigiado. Como lo era su padre, al que tanto quería. Lo echaba de menos. Mucho de menos. Había heredado muchas cosas suyas, como por ejemplo sus ojos pardos. Tenía una piel blanquecina y cuando hacía ejercicio o frío, los mofletes se ponían rojos rojos.



Es exactamente igual a la persona a la que quiero ahora, mucho....con cosas añadidas de mi cosecha

14/3/10

Ojos que no ven, corazón que no siente

¡Crack! Un crujido, limpió y doloroso. Dolía en el alma. Dolía cada palabra pronunciada. Dolía cada partícula de Co2 que salía de su boca. Dentro, muy dentro. Pero las lágrimas no salían. No, ya estaba...¿Cómo decirlo? seca. Habían caído una a una en otras ocasiones. Un sonido bonito inundó la habitación. Pero parecía que solo lo oía yo, pues seguía plantado delante de mí con su cara de ira.
Avergonzada bajé la cabeza. No, no la iba a bajar ¿Porqué bajarla? ¿Por luchar por lo que quiero? Miré a mi alrededor, en la estación de autobuses había poca gente.
Una señora miraba dos pasajes, mientras le acariciaba el cabello a la niña pequeña que dormía a su lado. Al lado de ella, en otro banco. Dos ancianos se miraban y sonreían mientras se cogían de las manos. ¿Ninguno se daba cuenta? ¡Me ahogaba! me ahogaba y pedía auxilio. No podía respirar, se acaba el aire de mis pulmones; los glóbulos rojos de mi cuerpo ya no llevaban oxígeno a las distintas partes de mi cuerpo.
Por favor necesito ayuda- gritaba sin ninguna saticfacción. Todos felices. No miraban a su alrededor, no miraban a los demás. No escucharon un crack que terminó con mi vida
No escucharon el crack que hizo mi corazón

12/3/10

crees que estás sola...Wow, me acavo de dar cuenta de que no soy nadie

11/3/10

Como Doraemon

-Muchas veces ¿no te gustaría viajar por todo el mundo? A mí, particularmente, me encantaría tener bránqueas y poder bajar al fondo del mar. Pordría buscar en el Titanic y ver peces de muchos colores (además te traería un pulpo de regalo). Londres, París, Madrid, Berlín....me conocería todas las capitales del mundo. A veces con el humo de mi cigarro, aunque sea con este cigarro mismo, puedo imaginarme que se hace como una pelota gigante y yo arriba caminando, como la canción de Doraemon. Sé que no sabes lo que es, te lo diré yo. Es el mundo Jaime, un mundo grande y yo encima investigando nuevos recovecos de él. ¿No te gustaría?
-No
-Qué soso eres chico




PD:Perdón si no puedo escribir en un tiempo. Es que el lunes me voy a Sevilla unos días con el colegio y como solo nos vamos unos cuantos de mi clase, tengo que hacer los examenes antes que los demás y necesito estudiar mucho. mucho

7/3/10

Robando luz y dando sombra

Tumbado allí. En mi oscura habitación melocotón. Contaba, imaginando una habitación sin techo, las millones, trillones de estrellas que se perdían en el firmamento infinito. Imaginaba como, en cada una de mis inspiraciones, una de las estrellas se esfumaran convirtiendose en el oxigeno que mis pulmones necesitaban ¿Sería alguien capaz de contar todas las estrellas del universo? No, porque cada día nacía una nueva, como los sentimientos que afloran en una persona o como los trigales de un campo (nunca sabes si habrá más de cien o más de mil)
E-S-T-R-E-L-L-A...¿No suena precio? Y mucho más si tiene pecas y cara de niña buena(aunque no lo sea) ¿No suena bonito? una estrella que se escapa por las noches para visitar un bar de noche en la luna. A mí me suena música celestial.
Llevo contadas cientocincuentamilmillonesochocientas estrellas y ninguna todabía igual. Brilla con luz propia. Divina. Creída, a la que no le hace falta abuela. Absolutamente ambiciosa. Toda las putas noches robando luz y dando sombra. Todas. Sin falta. Con su traje de lentejuelas brillantes, la puedo ver a varios kilometros de distancia. ¿Exagerado? ¡Qué va! Eso es lo que hace pensar en...
Suena el teléfono. Lo cogí rápidamente para contestar
-Soy yo, Estrella. Me dejé los calcetines blancos en tu casa. Espérame, que voy a por ellos-rápidamente colgó
¿Por dónde iba? Ahh, sí...
Eso es lo que hace pensar en ella