7/3/10

Robando luz y dando sombra

Tumbado allí. En mi oscura habitación melocotón. Contaba, imaginando una habitación sin techo, las millones, trillones de estrellas que se perdían en el firmamento infinito. Imaginaba como, en cada una de mis inspiraciones, una de las estrellas se esfumaran convirtiendose en el oxigeno que mis pulmones necesitaban ¿Sería alguien capaz de contar todas las estrellas del universo? No, porque cada día nacía una nueva, como los sentimientos que afloran en una persona o como los trigales de un campo (nunca sabes si habrá más de cien o más de mil)
E-S-T-R-E-L-L-A...¿No suena precio? Y mucho más si tiene pecas y cara de niña buena(aunque no lo sea) ¿No suena bonito? una estrella que se escapa por las noches para visitar un bar de noche en la luna. A mí me suena música celestial.
Llevo contadas cientocincuentamilmillonesochocientas estrellas y ninguna todabía igual. Brilla con luz propia. Divina. Creída, a la que no le hace falta abuela. Absolutamente ambiciosa. Toda las putas noches robando luz y dando sombra. Todas. Sin falta. Con su traje de lentejuelas brillantes, la puedo ver a varios kilometros de distancia. ¿Exagerado? ¡Qué va! Eso es lo que hace pensar en...
Suena el teléfono. Lo cogí rápidamente para contestar
-Soy yo, Estrella. Me dejé los calcetines blancos en tu casa. Espérame, que voy a por ellos-rápidamente colgó
¿Por dónde iba? Ahh, sí...
Eso es lo que hace pensar en ella

1 comentario:

  1. Y que el teléfono suene cuando piensas en ella hace que no se vaya de la cabez, ¿verdad? Tiene como magia.

    ¡un beso!

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