18/1/10

Ella come caviar y yo ratas


-¡Corre!
Un par de converses negras y unas botas altas (hasta la rodillas) golpeaban el suelo una y otra vez. El corto, y oscuro, cabello de ella permanecía pegado a su cabeza y a su cara sin ningún movimiento, intacto. Mientras que la melena rojiza y lisa de su acompañante, era ondeada por el viento del callejón. Los pies se movían tan rápido, por ir cuesta abajo, que casi no los veía, aunque tuviera la vista fijada al frente de vez en cuando no podía remediar bajarla hasta sus pies. Ella iba más adelantada, siempre fue más rápida que Rosario. Lo llevaba en la sangre. Mientras Rosario estudiaba (cosa que dejó de hacer cuando la conoció), ella corría para ganarse algo de comer, con solo trece años ya era toda una atleta.
Torcieron a la izquierda y entraron en otro callejón, más estrecho que el anterior. Y, cuando comprobaron que nadie las seguía y estaban lo bastante cansadas como para tirarse al suelo a dormir, pararon y se sentaron apolladas a la pared.
-Lo siento por lo de las medias...
-No te preocupes. Tengo millones como estas- susurró mientras se metía los dedos entre la carrera que llegaba desde su muslo a la rodilla- Pero...no deberías haber hecho eso Daniela
-¡Estoy harta de los policias Rosario!
-Venga ya Daniela, no me vengas con tus mierdas porque esta vez no te hicieron nada de nada. Y vas coges un hierro del suelo y le rompes las ventanas del coche...suerte que estaban comprando que si no.
-Mira ¿A que es bonita?
-¡DANIELA! No me jodas...
-¿Sabes? Mañana es el cumple de mi hermanita...cumple seis añitos, ni más, ni menos. Yo...nunca le puedo comprar nada bonito y vi esto dentro del coche. Es precioso, con un brillante en el medio...si supieras como le gustan las cosas que brillan...
-Estás loca...

Aquella tarde rieron lo que nadie en el mundo se puede reír. Fumaron tres cigarros cada una, como si de ello dependiera la vida. Cantaron hasta que se hicieron el gaznate polvo. Y, cuando la lluvia azotó sus cabelleras juntas regresaron a casa. Rosario a su casa de dos plantas y ella a su mugriento piso. Pero...ya se sabe, los polos opuestos se atraen

Y Rosario y Daniela eran las mejores amigas

1 comentario:

  1. Me gusta mucho el blog. Yo también amo a Paramore jeej (L

    Besos infintos!

    ResponderEliminar