Dicen que si besas una rana esta se convertirá en principe. Bueno, dejabo de mi casa hay un parque grande con dos grandes lagunas. En una descansan cisnes y en otras ranas y renacuajos...Un día me acerqué a una y le iba a dar un beso de película. Concienciada de ello. Pero...¡Es que me daba tanto asco! ¿Quién dijo que tenía que ser una rana?
Así que me acerqué y bese a un cisne :)
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a mi también me dan bastante asco las ranas, asi que de haber sido yo, también hubiese besado al cisne.
ResponderEliminarme ha encantado el relato :)
te sigo!
¿Y salió el príncipe o no?
ResponderEliminarBeso!